miércoles, 19 de diciembre de 2012

Clavos en la cerca


CLAVOS  EN  LA  CERCA

Asegúrate de leer hasta el fin del último párrafo. (Principalmente la última frase) 
Había una vez un niño que tenía muy mal carácter.  
Su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debía clavar un clavo en la cerca.  El primer día el niño había clavado 37 clavos en esa cerca.  
Al paso de las siguientes semanas, mientras aprendía a controlarse, el número de clavos puestos en la cerca empezó a mermar.  El niño descubrió que era más fácil controlar su temperamento que estar poniendo clavos en la cerca.
Finalmente llegó el día cuando el niño por completo ya no perdió el control.   Vino y se lo dijo a su Padre y el padre indicó al niño que ahora sacara un clavo por cada día que había podido contener su enojo.
Los días pasaron y el niño pudo al fin terminar y fue y dijo a su padre que ya todos los clavos habían sido sacados.
El padre tomó al niño de la mano y lo llevó junto a la cerca y le dijo: Lo has hecho muy bien, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la cerca.  La cerca ya nunca será la misma. 
Cuando ofendes de palabra en enojo, esas palabras dejan una cicatriz como estos hoyos.  Puedes enterrar un cuchillo en un hombre y sacarlo, pero no importa cuántas veces digas que lo lamentas,  la herida va a permanecer allí. Una herida verbal afecta tanto como una física.  
Recuerda que los amigos son en verdad joyas raras y difíciles de encontrar; te hacen sonreír y te alientan a triunfar.  Te escuchan, alaban todo lo que haces y siempre tienen su corazón abierto para ti.  
Muestra a tus amigos cuánto los aprecias. Envía esto a todo aquel que consideres un AMIGO, aún a la persona que te lo envió  
Si regresa a ti, sabrás con qué círculo de amigos cuentas.
ME SIENTO MUY HONRADO DE CONTAR CON TU AMISTAD!
Envía ahora esto a todos tus amigos  y a tu familia  (necesitan saber que les amas también)
 
Y perdóname si alguna vez he dejado una cicatriz en tu cerca!



SI PUDIESE
Si pudiese… te regalaría un castillo y compartiría contigo su belleza
y su majestuosidad.
Si pudiese… te regalaría una montaña, que pudieras considerar
de tu propiedad.
Un lugar donde encontrar serenidad, un lugar donde estar en paz.
Si pudiese… tomaría todos tus problemas y los arrojaría al mar.
Pero todas estas cosas son imposibles para mí:
No puedo comprar un castillo o una montaña o sacarte todos tus problemas…
Sin embargo déjame ser lo que sí puedo ser:
Una persona amiga, que está siempre presente cuando lo necesitas.
Este es un Certificado de Abrazo.

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