CUÍDATE
DE LOS CAMIONES DE BASURA
¿Con
qué frecuencia permites que las tonterías de otras personas cambien tu estado
de ánimo? ¿Dejas que otro conductor te haga enojar cuando vas manejando, o un
mesero grosero, un jefe cortante o un empleado insensible arruine tu día?
Por
un instante puedes estar algo molesto. Sin embargo, lo que distingue a una
persona exitosa es lo rápido que puede enfocarse de nuevo en lo que realmente
es importante. Hace mucho tiempo aprendí esta lección. La aprendí en el asiento
trasero de un taxi en Nueva York.
Me
subí al auto y partimos hacia la estación “Grand Central” Íbamos en el carril derecho cuando repente un
coche negro brincó de un cajón de estacionamiento justo enfrente de
nosotros. El chófer frenó con fuerza dio
un patinazo, y por unos pocos centímetros evitó chocar con el otro auto. El
conductor de aquél, el que casi causó un accidente, volteó su cabeza y empezó a
gritarnos con muchas palabrotas. El taxista sólo sonrió y le saludó
amablemente. Así que yo le pregunté: “¿por qué hizo eso? Ese tipo por poco
destruye su taxi y nos manda al hospital”
Entonces, el taxista me compartió lo
que ahora llamo “LA LEY DEL CAMIÓN DE BASURA”
Muchas
personas son como un camión de basura. Andan llenos de cosas que no sirven:
frustración, enojo, decepción. Como se les va amontonando la basura, necesitan
un lugar en donde puedan tirarla. Si lo permites, te la echan a ti.
Cuando
alguien quiere echar su basura sobre ti, no lo tomas en forma personal. Sólo
sonríes, saludas, les deseas lo mejor y sigues adelante. Estarás feliz de
haberlo hecho
Así
que, esto era “La ley del camión de basura”. Empecé a pensar: ¿cada cuánto
permito que los camiones de basura me atropellen? Y, “¿cada cuánto tomo la
basura que llevo y la riego sobre otras personas… en el trabajo, en casa, en
las calles?” Fue ese día que dije: “ya no voy a hacer eso”
Empecé
a ver muchos camiones de basura. Veía lo que llevaban. Veía cuando llegaban
para vaciar la basura. Y como el taxista, ya no lo tomo en forma personal. Sólo
sonrío, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante. Uno de mis jugadores de fútbol americano favoritos de toda la historia, Walter Payton, hizo esto todos
los días en el campo de juego. Tan pronto como caía al suelo después de ser
tacleado, se paraba. Nunca se quedaba pensando en el evento. Payton estaba
listo para hacer que la siguiente jugada fuera la mejor.
Los
bueno líderes saben que tienen que estar listos para su próxima junta. Los
buenos padres saben que tienen que recibir a sus hijos con abrazos y besos
cuando regresan de la escuela. Los maestros y papás que entienden su labor,
saben que tienen que estar totalmente presentes y dando lo mejor para las
personas que les son importantes.
La
gente exitosa no permite que los camiones de basura tomen el control de su día.
¿Y tú? ¿Qué pasaría en tu vida, empezando hoy, si permitieras que más camiones
de basura pasaran sin que te afectaran?
Apuesto
que estarías más feliz. Así que ama a las personas que te tratan bien. Olvídate
de las que no lo hacen. Cree que todo sucede por una razón. Si se te presenta
una oportunidad, TÓMALA Si algo cambia tu vida, DEJA QUE CAMBIE. Nadie dijo
que sería fácil. Sólo prometieron que valdría la pena.
“No
desperdicies ni un instante de tu vida siendo desdichado. Si una ventana se
cierra, corre a abrir otra, o derriba una puerta” Brooke
Shields
“Una
vida lograda es un sueño de adolescente realizado en la edad madura” Alfred
de Vigny
“Hay
una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso
contrario, pagar más por seguir siendo el mismo” Norman
mailer
“Los
obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu
meta” Henry Ford
“A
la hora de cometer todo gran error hay un instante de reflexión, una fracción
de segundo, en la que uno puede volverse atrás y, quizá, remediarlo” pearl
Buck
“Todas
las personas son tontas en opinión de alguien” Proverbio
español
“Nunca
es demasiado tarde, ni en las novelas ni en la vida real, para rectificar” Nancy Thayer
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