sábado, 30 de marzo de 2013

Cuidate


CUÍDATE DE LOS CAMIONES DE BASURA

¿Con qué frecuencia permites que las tonterías de otras personas cambien tu estado de ánimo? ¿Dejas que otro conductor te haga enojar cuando vas manejando, o un mesero grosero, un jefe cortante o un empleado insensible arruine tu día?

Por un instante puedes estar algo molesto. Sin embargo, lo que distingue a una persona exitosa es lo rápido que puede enfocarse de nuevo en lo que realmente es importante. Hace mucho tiempo aprendí esta lección. La aprendí en el asiento trasero de un taxi en Nueva York.

Me subí al auto y partimos hacia la estación “Grand Central”  Íbamos en el carril derecho cuando repente un coche negro brincó de un cajón de estacionamiento justo enfrente de nosotros.  El chófer frenó con fuerza dio un patinazo, y por unos pocos centímetros evitó chocar con el otro auto. El conductor de aquél, el que casi causó un accidente, volteó su cabeza y empezó a gritarnos con muchas palabrotas. El taxista sólo sonrió y le saludó amablemente. Así que yo le pregunté: “¿por qué hizo eso? Ese tipo por poco destruye su taxi y nos manda al hospital”

Entonces, el taxista me compartió lo que ahora llamo “LA LEY DEL CAMIÓN DE BASURA”

Muchas personas son como un camión de basura. Andan llenos de cosas que no sirven: frustración, enojo, decepción. Como se les va amontonando la basura, necesitan un lugar en donde puedan tirarla. Si lo permites, te la echan a ti.

Cuando alguien quiere echar su basura sobre ti, no lo tomas en forma personal. Sólo sonríes, saludas, les deseas lo mejor y sigues adelante. Estarás feliz de haberlo hecho

Así que, esto era “La ley del camión de basura”. Empecé a pensar: ¿cada cuánto permito que los camiones de basura me atropellen? Y, “¿cada cuánto tomo la basura que llevo y la riego sobre otras personas… en el trabajo, en casa, en las calles?” Fue ese día que dije: “ya no voy a hacer eso”

Empecé a ver muchos camiones de basura. Veía lo que llevaban. Veía cuando llegaban para vaciar la basura. Y como el taxista, ya no lo tomo en forma personal. Sólo sonrío, saludo, les deseo lo mejor y sigo adelante. Uno de mis jugadores de fútbol americano favoritos de toda la historia, Walter Payton, hizo esto todos los días en el campo de juego. Tan pronto como caía al suelo después de ser tacleado, se paraba. Nunca se quedaba pensando en el evento. Payton estaba listo para hacer que la siguiente jugada fuera la mejor.

Los bueno líderes saben que tienen que estar listos para su próxima junta. Los buenos padres saben que tienen que recibir a sus hijos con abrazos y besos cuando regresan de la escuela. Los maestros y papás que entienden su labor, saben que tienen que estar totalmente presentes y dando lo mejor para las personas que les son importantes.

La gente exitosa no permite que los camiones de basura tomen el control de su día. ¿Y tú? ¿Qué pasaría en tu vida, empezando hoy, si permitieras que más camiones de basura pasaran sin que te afectaran?

Apuesto que estarías más feliz. Así que ama a las personas que te tratan bien. Olvídate de las que no lo hacen. Cree que todo sucede por una razón. Si se te presenta una oportunidad, TÓMALA  Si algo cambia tu vida, DEJA QUE CAMBIE. Nadie dijo que sería fácil. Sólo prometieron que valdría la pena.



“No desperdicies ni un instante de tu vida siendo desdichado. Si una ventana se cierra, corre a abrir otra, o derriba una puerta”   Brooke Shields

“Una vida lograda es un sueño de adolescente realizado en la edad madura”   Alfred de Vigny

“Hay una ley de vida, cruel y exacta, que afirma que uno debe crecer o, en caso contrario, pagar más por seguir siendo el mismo”    Norman mailer

“Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas los ojos de tu meta”   Henry Ford

“A la hora de cometer todo gran error hay un instante de reflexión, una fracción de segundo, en la que uno puede volverse atrás y, quizá, remediarlo”   pearl Buck

“Todas las personas son tontas en opinión de alguien”    Proverbio español

“Nunca es demasiado tarde, ni en las novelas ni en la vida real, para rectificar”    Nancy Thayer

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