EL
HOMBRE SABIO
El
sabio se mantiene alejado de la
rivalidad , de la codicia y
de la confusión producida
por los deseos.
El
sabio es feliz al vivir, es bondadoso y armoniza con todos, es sincero al
hablar, equilibrado y recto en el trabajo y en la vida.
Cuando
acaba su obra se retira oportunamente, su respiración es fresca como la
de un niño, y busca siempre beneficiar a
los hombres.
El
sabio es difícil de comprender, es cauteloso como quien atraviesa un río en
invierno, prudente como quien tiene enemigos, reservado como el huésped de una
casa, sencillo como la madera, tranquilo como un valle y profundo como las
aguas de un lago.
El
sabio es feliz al vivir, es bondadoso y armoniza con todos, es sincero al
hablar, equilibrado y recto en el trabajo y en la vida.
El
sabio posee poco porque se ha olvidado de las cosas, su presencia es modelo
para todos los hombres.
No
se muestra, por eso resplandece, no se vanagloria, por eso sobresale, no se
exalta, por eso merece elogio, es humilde y se mantiene íntegro.
Permanece
independiente, aunque viva rodeado de gloria y esplendor nunca pierde la paz.
El
sabio no es impetuoso, y nunca pierde el dominio de sí mismo.
El
sabio no ofende a nadie, y nunca halla
motivo para rechazar a nadie.
El
sabio es aquel que se conoce a sí mismo, que quiere conquistarse a sí mismo,
más que conquistar a otros.
El
sabio contemplado, no parece digno de ser mirado, oyéndolo, no parece digno de
ser escuchado, sin embargo contiene en sí todas las virtudes.
El
sabio parece que no hace nada y, sin embargo, nada queda sin realizar.
El
sabio hace del corazón de los demás el suyo propio.
Con
el bueno obra de forma buena, con el malo obra de buena forma.
El
sabio se parece a un niño, nada ni nadie le daña.
El
sabio se da cuenta de las cosas que para los demás pasan inadvertidas, y estima
por igual las grandes y las pequeñas.
El
sabio no combate, mas siempre vence, y no teme a la muerte.
El
sabio es, en fin quien está en armonía con la naturaleza.
TAO
TE KING
“Vivir,
sufrir, morir: tres cosas que no se enseñan en nuestras universidades y que sin
embargo encierran toda la sabiduría necesaria al hombre” Augues
“El
sabio no sigue los mandamientos de las leyes, sino los de la virtud”
Antístenes
“El
saber es la única propiedad que no puede perderse” Bías de Priente
“Los
dichos de los sabios son como aguijones y como clavos hincados profundamente”
Pedro Calderón de la Barca
“Los
sabios son los que buscan la sabiduría; los necios piensan ya haberla
encontrado” Napoleón Bonaparte
“La
sabiduría no viene tanto de la inteligencia como del corazón”
Peter Rosegger
“los
sabios raras veces hablan, y los que tanto hablan rara vez son sabios”
Lyn Yutang
“El
sabio puede sentarse en un hormiguero; pero sólo el necio se queda sentado en
él”
Máxima china
“Lo
que el sabio desea lo busca en sí mismo; el necio lo busca en los demás”
Confucio
“El
sabio está siempre sentado en la orilla. El necio está siempre debatiéndose
entre las olas” Confucio
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