domingo, 20 de enero de 2013

La felicidad...


LA FELICIDAD ES ALGO QUE TU DECIDES


La pequeña, bien perfumada y orgullosa anciana de 90 años, completamente vestida cada mañana a las ocho en punto, con su cabello arreglado a la moda y el maquillaje perfectamente aplicado, aunque es legalmente ciega, se muda hoy a un asilo.
Su esposo, de 92 años, murió recientemente, lo que motiva la mudanza.
Después de muchas horas de esperar pacientemente en el recibidor del asilo, sonrió dulcemente cuando se le dijo que su cuarto estaba listo.
Mientras se desplazaba con su andadera hacia el elevador, le di una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las cortinas que colgaban de su ventana.
“Me encanta”, afirmó con el entusiasmo de un niño de ocho años al que le acaban de entregar una nueva mascota.
“Pero si no lo ha visto”, le dije.
“Eso no importa”, respondió.
La felicidad es algo que decides. Si me gusta o no mi cuarto no depende de cómo estén arreglados los muebles, depende de cómo arregle mi mente.
“Ya decidí que me gusta. Es una decisión que tomo cada mañana cuando me levanto. La elección es mía; puedo pasar el día en la cama repasando la dificultad que tengo con las partes de mi cuerpo que no funcionan, o decidir levantarme y sentirme agradecido por las partes que todavía me sirven”
“Cada día es un regalo, y mientras pueda abrir mis ojos, me enfocaré en el nuevo día y los recuerdos felices que he almacenado. Sólo por esta vez en  mi vida”
La vejez es como una cuenta del banco: retiras de ella lo que has depositado. Así que deposita una gran cantidad de felicidad en la cuenta de tu memoria.
Gracias por contribuir a llenar mi banco de memoria.
Todavía hago depósitos.
Recuerda las cinco simples reglas para ser feliz:


1. Libera tu corazón del odio.
2. Libera tu mente de preocupaciones.
3. Vive sencillamente.
4. Da más.
5. Espera menos.



“No hay delito mayor que la audacia de destacar”    Winston Churchill

“El valor como las demás virtudes, tiene sus límites”   Michel Eyquem de Montaigne

“Los consejos de la vejez son como los rayos del sol de invierno: alumbran, pero no calientan. ¿Cómo queréis que la edad madura persuada a la adolescencia de que el amor es fugaz?    André Maurois

“El campo de batalla parte de mi intención, es allí donde me encuentro conmigo mismo  para vencer mis pensamientos negativos y así proteger mis sentimientos”

“todos los días dibujó mentalmente un círculo de luz a mi alrededor para protegerme de la negatividad y del desequilibrio que provocan muchas personas con sus pensamientos y sus actitudes. nada puede doblegar mi voluntad de vivir en paz”

“me urge sólo acabar con mis pensamientos negativos, porque sé que afectan mucho mis experiencias; a todo lo demás le quito la urgencia y permito que la vida fluya a su propio ritmo”

No hay comentarios:

Publicar un comentario