- Piensa a dónde quieres llegar en la vida.
- Toma una decisión firme en cuanto a tu objetivo básico.
- Formula y escribe tu meta en forma clara y precisa, eliminando toda ambigüedad de pensamiento.
- Estudia y aprende todo lo que puedas acerca de tu meta y de cómo llegar a ella.
- Fíjate un tiempo razonable para alcanzar tu meta.
- Reza por tu decisión para asegurarte de que sea buena. Si no es buena es mala, y nada malo resulta bueno.
- Dedica el logro de esa meta TÚ esfuerzo total y sostenido, sin darte nunca por vencido.
- Aplica el pensamiento positivo. El pensador positivo se sobrepone al desaliento.
- Nunca supongas que ya lo tengas todo. Una meta alcanzada lleva a otra, y así consecutivamente.
- Y recuerda de la calidad de tu fe y de tus pensamientos dependerá el resultado que obtengas.
Norman Vincent Peale
“Cuanto más alto coloque el hombre
su meta, tanto más crecerá”
“En la carrera por la calidad no hay línea de
meta” David T. Kearns
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